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El viento era efímero,
mis piernas temblaban,mis dientes chasqueaban entre ellos y supuse que alguien me enseñaría un remedio,
pero al final yo misma aprendí a cruzar con ellos los malos tiempos en jugadas del destino,
al que le gustaba hacerme cosquillas en la punta de los pies,hasta hacerme reventar de carcajadas sonoras que resonaban por todo el oscuro ambiente.
Pero aunque la luz del sol era escasa,la de mi corazón me guiaba al camino que creía que era correcto,me tropezaba entre unos y otros tantos obstáculos,
pero me volvía a levantar más veces de las que caía.

Recuerdos hechos añicos,que poco a poco se van uniendo.

El pasado feliz de Cathia.

Cerré los ojos,intente volver a caer en el sueño,pero la verdad es que no lo encontraba.
Me levanté subí la persiana y comencé a quedarme sin aliento viendo la luz del sol amanecer.
Cogí,entorné la puerta sin hacer ruido y me dirigí hacia la cocina,a desayunar.
Eran las siete y cuarto,como tenía prisa,lo más rápido que pude encendí el horno,metí dos rebanadas de pan y me preparé la mermelada de fresa en el centro de la mesa.
Saqué las tostadas,me las puse en un plato y comencé a echarme la mermelada.
Me levanté y velozmente fui hacia mi habitación.
Me puse mi peto vaquero,una camiseta a rayas rojas y mis converse(que aunque un poco desgastadas amaba)
Me cargé la mochila a la espalda y me largé corriendo camino al instituto.
Cerré la puerta del aula,como siempre llegaba la última por mis sueños incontrolables.
Está vez la señorita nos había puesto examen sorpresa,examen sorpresa no paraba de darme vueltas en la cabeza.
Volví a la realidad,cogí mi portaminas azul celeste y comencé a rellenar las preguntas,e incluso algunas sin entenderlas.
Le entregé la hoja y corriendo me fui.
Ese césped que,me invadió desde la infancia,ese verde y fresco al que nunca fallaba y ese árbol ya algo mayor,que me protegía de la oscuridad de la soledad.
Traté de no llorar,comencé a cerrar los ojos y a descansar bajo su refrescante sombra.
Cuando me desperté,sus ojos miel no paraban de recordarme a él y a su sonrisa flamante.
Intenté hablar con Catherine,pero parecía que hoy el mundo no me quería tener cerca.
Me fui secando poco a poco las lágrimas con mi jersey de lana que me hizo mi abuela,y mirando al anochecer me marché.
Sentía que la necesitaba,sentía que sus consejos me hacían mucha falta,su sonrisa débil pero duradera me alegraba los días negros.
Me fui a hacerle una visita,le llevé unas pequeñas amapolas y comencé a grabar una sonrisa(aunque me costara),pero todo por esa mujer que me hizo fuerte y grande,a ser yo misma y a no tener que valorarme por lo que los demás pensarán,si no por lo que yo era.

4 comentarios:

  1. Que bonito ! ^__________^
    [Al fin me puedo conectar con el ordenador ! :D]
    Aunque siempre hace ilusión un comentario en el blog verdad? :)
    En fin, que me ha encantado esta Cathia, tiene mucho por dentro y recuerda de una forma su abuela casi mágica :)

    Momobesos de peluche ♥.

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  2. Sí ^________^
    Que bien! :D
    Sí,mucha <3
    Me alegro de que te haya gustado Cathia :)
    Besos mágicos♥

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¿El corazón te ha palpitado,te ha hechado sonrisas de medianoche incontrolables?
Si quieres expresar tus sentimientos ante este mágico blog,adelante la pluma y el pincel de colores es todo tuyo,escribe todo lo que quieras,pero mejor si es con el corazón,profundo y silencioso,dulce como un regaliz multicolor y te prometo que leeré hasta quedarme sin aliento.