Él,que tanto dijo quererme.

Y quién diría que tú y yo un día íbamos a dejar de ser tú y yo, que uno más uno tendría como resultado uno y no el que debería de tener, dos, dos años perdidos, distancia esfumada, tanta resistencia luego para nada, fue como esa brisa fresca tan corta en una tarde de verano calurosa, apenas pude saborearla, porque se escapó demasiado rápido, al igual que tú.

Nadie podrá borrar esas malditas tardes en las que los te quiero eran virtuales al igual que los besos y los buenos días princesa, no, nunca lograré borrar esto, créeme que lo intento, pero es imposible desahuciar del corazón lo que no se puede eliminar de la mente, estas día y noche, incluso en mis sueños te dejas pasar, y no se como no te da vergüenza hacerme esto, romperme más el corazón, desgarrarlo más después de lo desgastado y herido que está, tú no me entiendes, no sabes lo difícil que es imaginarse una vida con una persona y que un día, tus sentimientos desaparezcan y se los regales otra diferente, vale, he cometido bastantes errores y de veras que me siento como una tremenda tonta por todo, pero has logrado ser el primer chico que me ha gustado, tanto por dentro como por fuera, para mi eras la perfección en persona, siempre que veía una foto tuya o un mensaje era como ver un ángel caer del cielo, esa increíble sensación de mariposas en el estómago, de sentir que puedes hasta llegar al cielo sin subir en globo y sin ponerte de puntillas para intentar tocarlo, por desgracia todo acaba, llega ese día en el que lo ves todo gris y que no deseas ni salir de tu habitación, el hambre se esfuma y en ese instante lo único que sale de ti son lágrimas, lágrimas con sentimientos profundamente llenos de rabia y tristeza, de esos años de diferencia y de impotencia, de no poder hacer nada, porque quizá eres lo suficientemente pequeña como para no poder impedirlo, cuando lo único que tendría que salir de mi interior debería de ser sonrisas y risas, noches alegres y llenas de insomnio porque es la única manera de poder estar con esa persona a la que amas, porque la distancia te impide estar más cerca, ¿recuerdas cuando la hora de acostarse era dada por el amanecer que veíamos desde distintos lugares pero protagonizada por el mismo sol?

Y, en fin, hoy por hoy me gustaría poder ponerme tan solo por un momento en sus ojos para verte despertar a mi lado y ver esa sonrisa mañanera deslumbrante, esa que supera al oro y que vale más que millones, y de veras, que afortunada es esa chica de tenerte, de poder recibir esos mensajes que me mandabas a mi y que, que me hacían a veces incluso llorar de éxtasis, de esa sensación de satisfacción, de que todo en tu vida está y va estupendamente, que nada podía ir mal, que esto iba a durar para siempre, pero se quedó en un corto y escaso infinito, que se envió a otra chica para completarlo junto a ti.

En serio que la envidio, ella besa tus labios todos los días y a su piel se queda pegado el aroma de tu perfume al igual que en la tuya el de ella, a ella la puedes arropar con tu chaqueta siempre que tiene frío y la puedes consolar siempre que la ves mal con un texto de esos que tu escribías que quitaban y mataban todas las penas de este estúpido mundo, o esos días en que me mandabas tus sueños y yo los míos, y eran increíbles porque en realidad habíamos estado juntos, era como si nos hubiésemos tele transportado sin tan siquiera darnos cuenta, cerrar los ojos y ya estar junto a ti, pero ella no tiene esa necesidad, ella los puede mantener bien abiertos porque siempre te verá, aunque sean las cinco de la mañana, ella va a poder quedarse a dormir e incluso a vivir en esos grandes ojos azules que parecen un mar de diamantes puros.

Ella te verá con ese traje de graduación, e incluso habrá estado en tu graduación, junto a ti, ella podrá beberse cada sorbo de tus lunares marrones y te abrazará cuando se sienta sola y perdida, te regalará sus mejores días, te llevaría a sitios inexplicables, y aunque fuesen horribles se convertirían en preciosos tan solo porque ella pinta tus días de colores, y quien quisiera estar en su lugar, te lo digo por segunda vez, quien quisiera, créeme.

Porque estoy segura de que tú a mi ya me has olvidado, que los recuerdos se han quemado y las cenizas que han quedado de ellos las has tirado a las aguas más profundas de tu mente, y ahí se han quedado ahogadas, por lo que han muerto, y ya no pueden revivir.

Con esto tan solo quería decirte lo mucho que te echo de menos, que tonta soy por hacerlo, como aquel día te escribí en ese video de tu 16 cumpleaños, y mira que llevaba razón, que si esto desaparecía y el destino te unía con una persona cercana a ti, que mientras que tu estuvieses feliz yo también lo estaría, pero, ¿en qué estaría pensando?

Quizás no leas esto en tu vida, pero esto es como una carta, o lo que tu quieras que sea, en la que escribo todos los jodidos sentimientos que me están matando y comiendo por dentro, esas palabras que quiero decirte y que nunca seré capaz de decir por no dañarte a ti ni a la persona que está junto a ti, porque nadie se merece eso, ni la persona más mala de este planeta.

Y bueno, si en alguna ocasión por cualquier extraña razón leyeses esto, ya has descubierto todos los secretos que escondía hasta ahora dentro, me mataste con ese adiós en ese momento, me prometiste que seguiríamos hablando y que podríamos ser amigos ¿por qué demonios no lo cumpliste?, ¿no se supone que las promesas hay que cumplirlas?

Aquí abandono todo, incluso mi corazón, por si algún día lo ves por ahí, es que lo he perdido, se ha derretido y partido con todos esos momentos, que tan solo se quedaron en simples hechos que ya ni tan siquiera se sabe de su existencia, y yo ahora tan solo soy una persona, que tiene que aprender a afrontarlo todo de una vez, volver a empezar de cero, sonreír como antes de que te conocí y volver a ser esa persona feliz, pero ahora sin ti.